El barrio de San Bernardo, recibe el nombre de la parroquia que allí se encuentra, construida en el último tercio del siglo XVIII.
Fue un arrabal que creció fuera de las murallas de la ciudad histórica de Sevilla, es por tanto, un barrio extramuros. Durante años separado de la Sevilla intramuros por las vías del ferrocarril, que aislaron al barrio y por un apeadero conocido por los sevillanos como “Estación de Cádiz”, construida esta en 1902 y clausurada como tal en 1991.
En esta zona Este de la ciudad, alejada de la muralla, en tierras de huertas y también palacios, ya que aquí se encontraba el Palacio de la Buhaira de construcción almohade del año 1171, es donde crecerá un barrio popular de clase trabajadora. Posiblemente, deba su origen a los asentamientos de los obreros que trabajaban en la Real Fábrica de Artillería, que se instaló en este lugar en el año 1565. Hoy, impresionante conjunto arquitectónico, declarado monumento histórico y Bien de Interés Cultural y a la espera de ser reutilizado.
Actualmente, San Bernardo, es un importante barrio histórico de la ciudad, en una de las zonas más cotizadas de la capital, con construcciones modernas y con una nueva población de mayor poder adquisitivo.
Nos vamos a centrar en una de las pocas casas que quedan en pie de aquel primer barrio del siglo XVIII al que hemos hecho referencia. Situada en la calle Gallinato* y cuya propietaria heredó de su abuela materna.
Nos referimos a Teresa Murillo, arqueóloga e interiorista, defensora y conservadora del patrimonio de la ciudad y que gracias a su formación y al respeto por el pasado, ha mantenido la casa tal cual la heredó, con las mismas señas de identidad. Conservando en las restauraciones las crujías y los elementos constructivos originales o sustituyéndolos por otros iguales.
Fue en una de estas intervenciones de restauración cuando picando la fachada apareció en la parte superior de la casa centrada con el balcón principal una piedra rectangular que decía: SE REMATÓ ESTA CASA HERMANDAD DEL SANTÍSIMO SACRAMENTO DE LA IGLESIA PARROQUIAL DE SAN BERNARDO SIENDO MAYORDOMO DON FRANCISCO DE SOTO EN ESTE AÑO DE 1792. Nos comenta su propietaria que, dar con una fecha es la mayor fortuna con la que puede contar un arqueólogo, y además aquí va explicada parte de la historia de la casa, vinculándola a la Parroquia de San Bernardo.
La casa a lo largo de su vida, fue sufriendo ligeras transformaciones, sobre todo en lo referente a revestimientos y solerías. En el siglo XIX, según nos dice la arqueóloga, se realizó un remozamiento en los interiores del inmueble, tras los estudios de los materiales. Azulejerías a modo de zócalo en el zaguán y en el patio principal. Y se colocó una reja entre esas dos dependencias fechada en 1877.
Posteriormente, en otra reforma de los años 30 del siglo pasado, los suelos, que debieron ser en todas las dependencias de barro cocido, en las dos estancias de la planta baja sufrieron ciertas modificaciones, se sustituyeron por losas hidráulicas rojas y blancas.
Los muebles que decoran esta casa de estilo popular, sevillana y andaluza, tienen distinta procedencia, aunque ninguno pertenece a la casa original. Casi todos ellos son de herencia familiar y han sido restaurados por la propietaria. El resto del mobiliario se ha comprado en anticuarios de Sevilla, Huelva y Ronda, principalmente, en esta última ciudad, por ejemplo las sillas de madera de anea y olivo. La alfombra del dormitorio principal es una pieza antigua de la fábrica de alfombras artesanales "La Alpujarreña", La Zubia, Granada. www.alpujarrreña.com
Los muebles que decoran esta casa de estilo popular, sevillana y andaluza, tienen distinta procedencia, aunque ninguno pertenece a la casa original. Casi todos ellos son de herencia familiar y han sido restaurados por la propietaria. El resto del mobiliario se ha comprado en anticuarios de Sevilla, Huelva y Ronda, principalmente, en esta última ciudad, por ejemplo las sillas de madera de anea y olivo. La alfombra del dormitorio principal es una pieza antigua de la fábrica de alfombras artesanales "La Alpujarreña", La Zubia, Granada. www.alpujarrreña.com
Nosotros de esta casa destacamos, aparte de la situación y el encanto del barrio donde se encuentra, la perfecta rehabilitación del edificio original para adecuarla a una casa habitable del siglo XXI. Las puertas originales, con sus muchas capas de pintura, pero finalmente en color blanco, nos parecen bellísimas y los detalles, a veces mínimos, pero que son los que convierten un lugar en algo importante. En este caso una casa humilde de un barrio popular en su origen a extramuros de la ciudad de Sevilla.
Hoy forma parte del inventario de Catalogación de Arquitectura Civil Sevillana, como “Casa Popular”.
* Abelardo Gallinato (1865), Sargento Mayor de Artillería
No hay comentarios :
Publicar un comentario